lunes, 20 de enero de 2020

CUENTO DE NAVIDAD


          LA MEJOR NAVIDAD DE LUNA

     Luna era una perra maltratada que vivía sola con su amo en una casa abandonada. Un día la pegó, la tiró al barro y lo peor fue que la arrojó a una hoguera que estaba en llamas con la intención de hacerla mucho daño.
     Ella pudo escapar, pero pensando que su dueño la volvería a encontrar se refugió en un antiguo e incómodo establo durante varios días. Tuvo suerte de que un hombre pasaba por allí con su perro, y al verla así le dio comida y agua con la que recuperó algunas fuerzas para poder caminar. El señor la dejó que se quedara en su casa para curarle las heridas.
     Ella miedosa y no muy sociable, desconfiaba del humilde hombre, el que sabía cómo tratar bien a los perros. Luna se comió toda la comida que le dejó y ella cada vez confiaba más en él. El otro perro iba ayudando a Luna a moverse más, saltando, correteando y jugando hasta que llegó el mes de Diciembre.
     Luna no sabía cuál sería su regalo, y el mejor para un perro maltratado era tener una buena familia adoptiva. El día de nochebuena la llevaron a un centro de adopción, con tal buena suerte de que allí había una familia con intención de adoptar a un perro. Luna movía el rabo de un lado para otro porque imaginaba que esa familia era buena y la iba a tratar bien, aunque por dentro, todavía estaba dañada por haber recibido malos tratos. Decidieron llevársela unos días para probar su comportamiento, pero seguía triste porque prefería estar con más perros y echaba de menos al señor que la rescató. La familia al verla así decidió llevarla otra vez al centro donde la adoptaron.
     Su último dueño pensaba mucho en ella y también la echaba mucho de menos. El día de Navidad se levantó muy nervioso y notaba que iba a pasarle algo importante. Después de desayunar y de hacer las tareas que tenía pendientes decidió pasarse por el centro de adopción para ver si le podían informar sobre cómo se encontraba Luna. Cuál fue su sorpresa cuándo nada más llegar ella salió corriendo y empezó a ladrar, a dar saltos…Pensó que era bueno empezar la Navidad con un nuevo miembro en su familia, se la veía muy feliz: todos los familiares del hombre se empezaron a relacionar muy bien con Luna y así fueron sus mejores navidades.
                                                                     Daniél García 5º de primaria

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